Top stories

Santa María de Eunate, ¿centro espiritual de Navarra?

Para alguno seguramente sea un titular grandilocuente y cuestionable y, por supuesto -aunque hay quien considera que podría serlo- hay elementos para ponerlo en duda y seguramente tengan razón. Lo cierto, en cualquier caso, es que sea o no casualidad esta iglesia, casa y cofradía se ubican en el centro geográfico -casi exacto- de Navarra, aunque en el momento de su fundación los límites eran otros, por allá el siglo XIII. Sea como fuere, se trata de un lugar especial, ubicado en una amplia llanura, en el valle de Ilzarbe y a unos 23 kilómetros de Pamplona, donde «reina el silencio», cuentan.

Los orígenes, por cierto, hay quien los vincula a la Orden de los Templarios, por tratarse de una iglesia arquitectónicamente similar a las construcciones que por entonces erigían, de base octogonal, y por encontrarse referencias en las piedras dejadas por canteros de la época pero que no tienen base histórica. De hecho, esta teoría está casi desechada al no encontrarse ninguna mención en el Archivo de Madrid sobre la Orden ni tampoco entre la documentación relacionada con Navarra.

Lo que sí parece, o por lo menos se cree prácticamente desde la Edad Media, es que detrás del impulso a esta iglesia hubo una reina o dama -podría haber sido la reina doña Sancha en el siglo XII (sobre el año 1170, aunque hay quien habla de comienzos del siglo XIII), que promovió una iglesia de Santa María de Onate en un lugar misterioso, oscuro y donde pudieron producirse en aquellos años homicidios y episodios turbios. Sobre ello, la implicación de una mujer de buena posición, parece existir documentación que podría atestiguar la voluntad de dicha dama por levantar en aquel paraje una iglesia en honor a la madre de Jesús.

De hecho, esta iglesia es parte del camino jacobeo, de Santiago, el conocido como «aragonés» y que ha hecho que a lo largo del tiempo y todavía hoy, decenas de peregrinos pasen de forma regular y más o menos frecuente, buscando esa espiritualidad que algunos consideran que existe en este lugar tan particular de la orografía navarra. Así, por ejemplo, durante nuestra visita, había varias personas por sus inmediaciones que parecía buscar en su deambulación cierta paz interior -algo más o menos recurrente entre los peregrinos-.

Respecto al nombre, el actual, de «Eunate» es relativamente actual. De hecho es atribuido al escritor pamplonés del siglo XIX y que vivió hasta inicios del XX (1840-1909), Juan Iturralde, quien la bautizó como de «Eunate», que en euskera se traduce por las «cien puertas» («ehun», cien; «ate», puerta) -y que no tiene, aunque sí varios arcos, sin ser tampoco nada exagerado aunque sí bello y que la sitúa como una buena muestra de arte románico en la región-.

El original, el primitivo, por el que se la conoció durante gran parte de su historia, en realidad prácticamente des del siglo XIII, es el de «Onat» y que se traduce por «la buena puerta», en referencia a la mística tan especial que envuelve este lugar. Ubicada en el término de Murúzabal y en el camino entre las villas de Puente la Reina y Campanas, probablemente como muchos edificios religiosos -aunque eso hay que reconocer que es algo muy personal-, está claro que la iglesia de Santa María de Eunate tiene algo distinto. Un buen complemento a la visita a la población de Puente la Reina de la que hablábamos hace poco y que sí, debe su nombre a una mujer.

(Más fotos y contenidos en nuestro perfil de IG: @ev_revista)

0 comments on “Santa María de Eunate, ¿centro espiritual de Navarra?

Deja un comentario