Galería: Roma

Es uno de los grandes destinos del mundo: con cerca de 3.000 años de historia y lugares tan icónicos -para bien o no tanto- como el Vaticano, el Coliseo, el Panteón, la Piazza Navona, Fontana di Trevi, las Termas de Caracalla, el Foro romano, la Columna de Trajano, el Castillo Sant’Angelo… Un sinfín de lugares por los que pasaron personajes complejos y trascendentes como Julio César, Octavio Augusto, Adriano, Constantino, Nerón… pero también Rafael, Miguel Ángel, Bernini, Borromini… La lista sería interminable y su valor, complejo, contradictorio y excepcional. Roma merece una visita de un mínimo de cuatro días para poderla ver con cierta profundidad o algo de calma. Nuestra experiencia -segunda vez que la visitamos- vino a corroborar esa primera impresión, hace ya algunos años, y que el tiempo no ha borrado y que fue increible. Publicamos una serie de tres artículos sobre ella (enlaces más arriba).

Plaza de San Pedro

Plaza de San Pedro (II)

Muralla alrdedor del Vaticano.

Camino del Castillo de Sant’Angelo y alejándonos del Vaticano.

Río Tíber, a su paso cerca del Castillo Sant’Angelo.

Castillo Sant’Angelo (I)

Castillo Sant’Angelo (II)

Castillo Sant’Angelo (III)

Fuente de los 4 Ríos, en la Piazza Navona (I)

Fuente de los 4 Ríos, en la Piazza Navona (II)

Fuente frente al Panteón. Roma cuenta con muchas fuentes de agua fresca.

Panteón.

Plaza frente al Panteón.

Fontana di Trevi.

A a derecha, Columna de Trajano.

Piazza Venezia, con el Monumento al rey Víctor Manuel II.

Foro y Columna de Trajao, desde el centro hacia la izquierda de la imagen.

Vista de los restos conservados del Foro de Roma.

Restos del Foro romano.

Estatua imperial en el camino hacia el Coliseo.

Una de las vías más concurridas en dirección al Anfiteatro Flavio

Coliseo (I)

Coliseo (II)

Coliseo (III)

Termas de Caracalla.

Basílica de los Santos Nereo y Aquileo, del siglo IV.

Salida de la Basílica a los santos Nereo y Aquileo.N

Los colores pastel abundan en la ciudad como en el conjunto del país.

Estampa de vida cotidiana en el centro de la ciudad.

Camino de la Plaza de San Pedro, ya muy cerca y bajo una pequeña galería a cobijo del sol.

Tienda de souvenris en la misma Plaza de San Pedro.