Ahora que se acercan las vacaciones -y que algunos ya probablemente estén disfrutando-, es un buen momento para recuperar un artículo publicado por la prestigiosa revista National Geographic sobre sus recomendaciones de cámaras ‘viajeras’ para este 2023. Y que hacen, además, con el asesoramiento, según precisan en su artículo, de su departamento de ingeniería fotográfica dedicado, a «diseñar y construir equipos a medida para fotógrafos profesionales». A priori, por lo tanto, máxima consideración y atención a sus consejos.
En un ràpido repaso a estas diez seleccionadas, lo primero que llama la atención es el predominio de sensores por debajo del fotograma completo (aunque sí incluyen algunos modelos). Así, ocho de los modelos arman sensores APS-C, micro 4/3 e, incluso (aunque solo lo hace en un caso), una cámara de sensor de una pulgada. Cuatro podrían considerarse como compactas, según los estándares habituales, mientras el resto podrían encuadrarse entre las de objetivos intercambiables.

Fuji, en este sentido, es la gran dominadora. Coloca hasta tres modelos dentro de estas diez (que no son pocas) y se lleva el primer puesto con la Fuji X-T5, con un sensor de 40 MP y considerada por el equipo de National Geographic (en el momento de la publicación del artículo) como «la mejor APS-C del mercado». Estabilizada y con un diseño, como es constante en muchas de las otras cámaras de esta saga y muy bien valorado, que combina diales ‘retro’ con funcionalidades avanzadas. Precisamente, en esta misma línea se puede englobar la compacta X-100V, que ya trinufó desde su primera versión en 2011, casi de culto por sus seguidores y que monta el equivalente a un 35mm f/2. Según la revista del ‘cuadrado amarillo’, «saca algunos de los mejores jpegs directos de cámara del panorama actual». El tercer modelo, que renuncia algo a esta filosofía y que se encamina más al de una DSLR, con una ergonomía más potente y diseño acorde, es la XS-10.
Sony, por su parte, cuenta en este listado con dos representantes. Una, la RX 100 VII (séptima versión de esta compacta). Destaca por su gran rango focal (llega desde un 24 mm a un 200 mm, pero con ciertas renuncias a una mayor luminosidad), algo cara por precio pero que, aseguran, se la llevarían con ellos a «una isla desierta». El otro modelo, muy distinto, es la Sony A7C: full frame, pero de tamaño relativamente pequeño y que recomiendan con la serie de objetivos de dimensiones contenidas y de la propia marca en los rangos focales de 24 a 50 mm y diafragmas f/2.5 y f/2.8.
Canon, Nikon, Leica, OM System (antigua Olympus) y Ricoh colocan, respectivamente, un modelo cada una. La que aparece más arriba es la Ricoh GRIII y GR IIIx, compactas, que montan un 28mm y 40mm, en cada caso, con una apertura f/2.8, de gran calidad, nitidez, ‘bolsilleras’, de apuntar y disparar y perfectas para llevar siempre encima (aunque con el ‘pero’ de no disponer de visor). Otra que tampoco lo hace (em ambos casos hay accesorios ópticos que se pueden añadir) es la Nikon Z30 que, como la Ricoh, monta un sensor APS-C y que se puede considerar, señalan, «la hermana pequeña de la Z5 (de fotograma completo). Leica, por su lado, ve como su modelo Q2 y Q2 Monochrom (fotografía en blanco y negro) también aparecen. Ambas son modelos de óptica fija (28 mm y f/1.7) y sensores de gran tamaño, con resoluciones de hasta 47 MP. El precio puede echar para atrás, pero la calidad parece incuestionable.

Los dos últimos modelos que citamos (no aparecen en este orden en el artículo de National Geographic, que no marca un ránking, con la excepción de su elección número uno y que es para la Fuji X-T5) son para la OM-1 de OM System y la R7 de Canon. La primera es una micro 4/3, de sensor apilado y que destaca por muchas de sus funcionalidades de fotografía computacional, como el Live ND (que emula digitalmente en cámara los efectos de un filtro de densidad neutra), Live Composite o la fotografía de alta resolución (a pulso y en trípode y que permiten disparos a más de 50 MP). Canon, todavía la gran dominadora del mercado, posiciona un modelo APS-C, de 32 MP, estabilizado, sellado y que ofrece muy buenas prestaciones y rendimiento. En este formato, también está considerada como una de las mejores opciones para llevarse este verano de viaje.
A nuestro entender es una lista muy ecléctica, dispar, probablemente pensando en diversidad de potenciales usuarios y sus preferencias. Algunas, pocas, son ‘bolsilleras’ y de llevar siempre encima: buen argumento para disparar con asiduidad y no perder oportunidades fotográficas. El resto, de todos modos, en las propuestas que recomiendan (junto a algunos objetivos) tampoco dan pereza de llevar, siendo su público objetivo preferentemente el de un fotógrafo entusiasta. Sea como fuere, todas ellas son elecciones con muchas posibilidades.
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