BerlĂn es una ciudad que estĂĄ de ‘moda’. En los Ășltimos años ademĂĄs se ha erigido en la gran capital europea, el corazĂłn del Viejo Continente, el lugar donde se toman las grandes decisiones que afectan al conjunto del club comunitario. Tras la caĂda del Muro y el paso ya de varias dĂ©cadas, la ciudad recupera a marchas forzadas la normalidad y gana cada vez mĂĄs mayor atractivo entre los turistas, que se acercan a conocer con detalle su particular idiosincrasia especialmente significativa en el Ășltimo siglo.
(En el nĂșmero de la revista «EV, escapadas y viajes», dedicado a la capital germana y que se puede comprar on line en esta misma web, hablamos de lo mucho que ofrece esta ciudad. EncontrarĂ©is mĂĄs artĂculos al final de esta pĂĄgina)
>> BerlĂn tiene una gran y variada oferta de vuelos de bajo coste durante todo el año. Es fĂĄcil encontrar ofertas por debajo de los 200 euros, ida y vuelta, incluso en temporada alta durante el verano y sin demasiada antelaciĂłn. AĂșn asĂ, como en todo, siempre es recomendable ser algo previsores para encontrar los mejores precios. La mayorĂa de compañĂas vuelan al aeropuerto de Schönefeld, muy bien comunicado por tren y autobĂșs con el centro. Tanto la lĂnea RB4 como la RE7 circulan con una frecuencia de un par de trenes a la hora, que conectan en un trayecto de unos 30 a 40 minutos con la Hauptbahnhof, la estaciĂłn central de tren y metro desde donde dirigirse sin demasiadas dificultades al alojamiento correspondiente.

En lo que se refiere estrictamente a plazas hoteleras, BerlĂn es un destino que cada vez coge mĂĄs fuerza y genera mayor interĂ©s, que cuenta con unas 130.000 plazas. En verano y durante ferias y festivales no es fĂĄcil encontrar sitio, ademĂĄs de producirse un incremento lĂłgico y natural de precios. En cualquier caso, la oferta de tipos de alojamiento van desde los mĂĄs exclusivos a albergues u opciones mĂĄs econĂłmicas, que pueden moverse -a tĂtulo orientativo- sobre los 50 euros diarios tirando por la franja inferior. Las Ă©pocas mĂĄs recomendables para viajar son durante los meses de mayo y junio y tambiĂ©n septiembre y octubre, cuando las temperaturas no son demasiado altas, refresca, y llueve menos que durante los meses de julio y agosto. AdemĂĄs coinciden con fiestas locales interesantes. Sea como fuere, durante todo el año, es aconsejable incluir entre el equipaje un chubasquero o pequeño paraguas. La lluvia suele hacer acto de presencia con asiduidad (…)
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