
MĂșnich es una ciudad francamente interesante. Capital bĂĄvara, tiene cerca de 1,5 millones de habitantes, cifra que la sitĂșa com la tercera de Alemania y la 12ÂȘ de la UniĂłn Europea, segĂșn la informaciĂłn oficial de la ciudad. La cercanĂa del rĂo Isar marca su geografĂa y tambiĂ©n su historia, explicando en parte la existencia de esta poblaciĂłn (prĂłxima como muchas otras a fuentes de agua). Los inviernos son frĂos (por la proximidad de los Alpes no es extraña durante esos meses la presencia de nieve, con temperaturas entre los -4 y los +4 grados) y los veranos mĂĄs o menos frescos (con el termĂłmetro sobre los 20 grados aunque pudiendo llegar a los 30). La ciudad tiene una renta alta, no en vano es la capital de uno de los estado federales mĂĄs ricos del paĂs. De nuestra visita – bajo un cielo mayormente encapotado- nos llevamos por lo menos cinco lugares imprescindibles, distintos y por razones muy diversas.

The Neue Rathaus:
En el centro de la ciudad, en la plaza de Marienplatz, el Neue Rathaus es el edificio del Ayuntamiento. De estilo neogĂłtico, data de finales del siglo XIX y destaca por su recargada fachada muy espectacular, llamativa, y que ademĂĄs cuenta con un particular ‘nĂșmero’ realizado por unas figuritas que salen a unas horas muy concretas (a las 11h, 12h y 17h) del reloj y hacen un pequeño y curioso -simpĂĄtico- teatrillo. Su fachada mide 300 metros de ancho por cerca de 85 de alto. Desde arriba se tienen unas vistas muy bonitas sobre toda esta zona de MĂșnich, considerada el ‘corazĂłn’ de la ciudad; peatonal y muy recomendable. Se conoce como Alstadt, traducido: «Ciudad Vieja».

CervecerĂa HöbrĂ€uhaus:
No muy lejos del centro destaca esta cervecerĂa alemana, una de las mĂĄs conocidas no solo de la ciudad o del paĂs sino incluso del mundo. De hecho, a comienzos del siglo XX era una de las mĂĄs populares del globo. Hoy es uno de los grandes reclamos turĂsticos de la ciudad, no solo por sus mĂĄs de cinco siglos de historia o por su extraordinaria cerveza -que hasta no hace tanto producĂan allĂ mismo, ahora lo hacen en las afueras de MĂșnich y la exportan a los cinco continentes- sino tambĂ©n porque allĂ fue donde Hitler dio sus primeros discursos y donde el Partido Nazi organizĂł muchos de sus mĂtines y actos de partido. En cualquier caso, es un sitio muy tĂpico y tradicional donde disfrutar de comida y mĂșsica germana en un ambiente muy agradable. El propio establecimiento quiere, en este sentido, deshacerse de ese pasado turbio del que ya ha transcurrido mucho tiempo.
(MĂĄs informaciĂłn sobre esta interesante y peculiar cervecerĂa en este link)

Englischen Garten
Es un parque urbano descomunal, a la altura de otros de mĂĄs nombre como el Hyde Park de Londres o el Central Park de Nueva York. Mide cerca de 400 hectĂĄreas y cuenta con mĂĄs de 70 kilĂłmetros de pistas para correr, ir en bicicleta o pasear. Es habitual la presencia de gente jugando sobre el cĂ©sped o sentada leyendo un libro o charlando. Ideal para desconectar del asfalto, se construyĂł a finales del siglo XVIII y se conoce como «inglĂ©s» por el origen de quien lo diseñó -el britĂĄnico Benjamin Thompson que por entonces tambiĂ©n trabajaba para el ejĂ©rcito bĂĄvaro- y por inspirarse precisamente en los parques de la campiña britĂĄnica. Destaca un pequeño templete de corte griego sobre un promontorio, asĂ como una pagoda china o una Casa de TĂ© japonesa, construĂda en 1972 coincidiendo con los JJOO. Lo cruza de norte a sur un canal que en alguno de sus puntos hace un pequeño salto de agua aprovechado para la prĂĄctica del surf. TambiĂ©n ofrece dos «biergartens» (espacios donde tomar una cerveza al aire libre y muy habituales en Alemania).
(MĂĄs informaciĂłn en un artĂculo sobre este extraordinario parque aquĂ)

Residenz
Palacio de los duques, reyes y emperadores de Baviera, fue durante cerca de cinco siglos centro de poder polĂtico y militar. Hoy es uno de los museos con uno de los interiores mĂĄs bellos, amplĂos y espectaculares de Europa. Cuenta con un servicio de audioguĂa amplĂsimo y muy detallado que permite seguir la visita por sus infinitas estancias sin perderse ningĂșn dato. Destacan, entre muchas otras estancias, las dedicadas a la GalerĂa de los Retratos, de estilo rococĂł. O las dependencias del duque Maximiliano I (del siglo XVII), asĂ como la parte destinada a los reyes. Durante la Segunda Guerra Mundial, buena parte quedĂł afectada aunque se reconstruyĂł fiel a como era antes.
(Ampliaremos esta parte en un artĂculo especĂfico sobre este extraordinario museo de MĂșnich).

Viktualienmarkt
Como el propio nombre indica o da a entender se trata de un mercado. Pero un mercado al aire libre, si bien con el paso de las dĂ©cadas ha ido añadiendo pabellos cubiertos en sus alrededores. Este mercado situado cerca de la Marienplatz tiene precisamente un vĂnculo muy estrecho con ese lugar y es que originalmente se celebraba en la plaza del Ayuntamiento. Cuando empezĂł a crecer y desbordar sus lĂmites fĂsicos es cuando el rey Maximiliano I lo trasladĂł a comienzos del siglo XIX a su actual emplazamiento (en cualquier caso muy cercano al primero) y que a su vez se fue tambiĂ©n ampliando. Y con ello la oferta de productos, que es muy numerosa: de pescados, frutas, verdura, vinos, carne… No es enorme pero tiene su encanto. Tras la Segunda Guerra Mundial tanto el Ayuntamiento como los propios ciudadanos colocaron varios pozos en memoria de mĂșsicos folclĂłricos y comediantes de la Ă©poca, reivindicando el papel del agua significativo para este mercado.
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