La magia de la Navidad cuenta con un nuevo y delicado espacio en Barcelona

Había expectación y no ha defraudado. La apertura del nuevo espacio de la marca alemana de decoración navideña, Käthe Wohlfahrt, en el centro de Barcelona, en el Gótico, al lado casi tocando de la Plaza del Pi (c/ dels Banys Nous, 15), ocupa una superfície muy considerable por el lugar en el que se encuentra y lo habitual en esta zona: unos 300 metros cuadrados, con todo tipo de productos para el hogar o para regalo, de preciosa y original factura que merece sí o sí una visita. Es una pequeña y entrañable inmersión en la magia de la Navidad que, eso sí, recomienda algo de previsión.

Previsión porque tras leer un par de reseñas en Internet sobre este nuevo espacio y cargados de ilusión, en nuestras dos primeras tentativas de entrar a visitarla desistimos al encontrarnos con una cola bastante respetable y que no deja de ser muestra del gran interés que ha generado. Lo cierto es que, en nuestro caso, a la tercera fue la vencida buscando un horario algo menos usual y que, esta vez sí, nos permitió entrar y disfrutar de sus bonitos productos en un recorrido marcado, pautado, al estilo de otros espacios comerciales, donde también hay que seguir determinados itinerarios que te llevan por las distintas secciones de la tienda. En el caso de esta tienda es difícil quedarse solo con un producto. Destaca, sin duda, un enorme y espectacular árbol de Navidad en el centro, atiborrado de bolas y elementos decorativos, algo barroco, pero con mucho gusto. Según leemos, todos sus productos, de madera, cristal y otros materiales son artesanos y exclusivos, resultado del trabajo de sus artistas y diseñadores. Los precios, hay que decirlo, también van en consonancia aunque seguro que encontramos algo ajustado a nuestro presupuesto.

Detrás de este proyecto se encuentra una pareja alemana, Käthe y Wilhelm Wohlfahrt, de Rotemburgo, en la antigua RDA, que a mediados de los años sesenta y tras enviar de regalo a unos amigos de Estados Unidos una caja de música en Navidad se dieron cuenta que no había tiendas que vendieran estos productos todo el año. De esa idea surgió el negocio, que ahora ya va por la tercera generación, que cuenta con 16 tiendas entre Europa y Estados Unidos y que ha desembarcado en Barcelona fruto también, en parte, de la casualidad.

Según un artículo de El Periódico, unos vecinos de Barcelona de visita en su tienda en Rotemburgo fueron quienes les invitaron a conocer la capital catalana y de paseo por el Gótico y tras preguntar en un comercio es como se enteraron que las propietarias de la cestería Germanes Garcia se jubilaban tras 50 años de oficio. Hoy ese espacio alberga esta amplia tienda de decoración navideña, que espera seguir también vendiendo incluso cuando las temperaturas rocen los 40 grados. En palabras de su directora de tienda, Montser Escribano, a «turistas conscientes de que en sus países no encontrarán estos productos» y que tampoco se pueden comparar «con una tienda de souvenirs». Preciosa tienda y bonita experiencia que esperemos tenga un buen futuro, tanto para sus visitantes como para su decena larga de trabajadores.