El Monasterio de Poblet es uno de los más conocidos de Catalunya; de hecho, probablemente sea el más conocido por delante de otros también dentro de la «Ruta del Císter», interesantes pero no a ese nivel, como el de Santa Maria de Vallbona de les Monges o el de Santes Creus -éste último, también muy recomendable y que pudimos visitar durante aquellos días-. En el caso de Poblet, llegamos con el tiempo justo para dar una vuelta completa, ver mucho de lo que hay por visitar y salir prácticamente cuando ya echaban la llave y el cierre a todo el recinto.
La entrada, espectacular, con un amplio patio y dos torres. A uno de sus costados se encuentra la que en siglos atrás fue y actuó como residencia real. Sus torres y relieves decorados en las fachadas son potentes, vigorosas en un caso, y trabajadas y delicadas en el otro.
Franqueamos la puerta de acceso ante un espacio sobre el que ya habíamos oído hablar y leído bastante. Su fama y prestigio la preceden y no es ningún secreto a estas alturas. Del interior del monasterio, destacan entre muchos espacios, el claustro: harmonioso, bello. Y, la iglesia. Ésta guarda las sepulturas de un amplio número de monarcas y también de alguna reina. Entre sus nombres, solo por citar algunos, se encuentran las sepulturas de Jaume I el Conquistador, Pere III el Ceremonioso, Martín I el Humano, Fernando I de Antequera, Alfonso IV el Magnánimo o Beatriz de Aragón. Sobre el conjunto, el gran escritor catalán, Josep Pla, dejó escrito en 1980 en la “Guía fundamentada y popular del Monasterio de Poblet”: “Todo es limpio y pulido y tiene una naturalidad elegante. No hay nada vulgar, ni adocenado, ni extraño. Todo es orden y paz».
Poco más que añadir a esa descripción, tan pulcra y precisa. En esa misma década, la UNESCO lo declaró «Patrimonio de la Humanidad» y lo justificó del siguiente modo: «Situada en Catalunya, esta abadía cistercense, una de las más grandes y más completas del mundo, rodea su iglesia, construída en el siglo XII. Unida a una residencia real fortificada, guardiana del panteón de los reyes de Catalunya y Aragón, impresiona por su majestuosa severidad”.
Terminamos nuestra visita con una vuelta por su parte museística, instalada en estancias de los siglos XIV y XV, en la parte final del recorrido y que también guarda cierto interés, tanto histórico como artístico. Un complemento más a un gran espacio religioso, que vivió en el pasado grandes momentos, que fue centro de poder de primer orden y que hoy conserva con solemnidad parte sustancial de aquel pasado.
(Más info y fotos en nuestros perfiles en Facebook, Twitter e Instagram: @evrevista)
0 comments on “El Monasterio de Poblet, «Patrimonio de la Humanidad» desde 1981”