Beget, en el Top 10 de pueblos más recomendables de Catalunya. Y con razón.

Y no es fácil porque la competencia es alta y considerable. Pero sí, Beget está considerado en muchos ránkings hechos por múltiples medios y encuestas entre los diez pueblos más bonitos de Catalunya, que no es poco ni sencillo. Este núcleo, situado dentro del término municipal de Camprodon, en la provincia de Girona, en la parte alta de la Garrotxa y a tocar de los Pirineos, presenta en muy buen estado de conservación su inmensa mayoría de casas, plazas, puentes y calles estrechas de piedra de origen medieval que ofrecen una estampa francamente bella y remarcable.

Al llegar, en nuestro caso, nos sorprendió el enorme aparcamiento para coches que tienen en el acceso y que da buena muestra que estamos ante un pueblo que ya hace tiempo que ostenta de forma honorífica el título como uno de los lugares más bonitos de Catalunya. La cantidad de gente que aquel día nos acercamos para disfrutar de sus calles también así lo corroboraron. Dejado el coche y bajado a pie hasta el centro de Beget, destaca de forma muy signficiativa la plaza donde se encuentra la iglesia de «Sant Cristòfol». Buen ejemplo del arte románico de la zona, por su dibujo, arquitectura y estilo artístico recuerda y mucho al que tampoco se encuentra demamsiado lejos, como es el que está localizado en la Vall de Boï y que para muchos expertos es uno de los ejemplos más importantes de arte románico de toda Europa. Algunas de sus pinturas se conservan en el «Museu Nacional d’Art de Catalunya» (MNAC).

Volviendo, en cualquier caso a Beget, esta iglesia, gran referente y lugar imprescindible de visita, data del siglo XII -el pueblo es del s.X y declarado desde 1983, mismo año que se construyó la única carretera que conecta con él, como «conjunto histórico-artístico»-. Relativamente sencilla y no de enormes dimensiones -adecuadas al tamaño del pueblo, donde hoy cuenta con una población censada sobre las 30 personas-, en su interior destacan sus pinturas románicas, así com también una talla de ‘Jesús-rey’ de unos dos metros de alto.

Al margen de esta iglesia y ya fuera del pueblo, son también interesantes la capilla «del Remei» y la iglesia de «Sant Valentí de Salarsa». Del conjunto de Beget, dividido en tres sectores, vale la pena darse una vuelta con calma -la propia de la naturaleza y la montaña-, pasearse durante un rato y cruzar los dos puentes sobre el río Beget y sobre el torrente del Trull. Situado a una altitud de 541 metros, cuenta con algunos bares y terrazas, ideales si se ha llegado relativamente temprano y se encuentra mesa para poder disfrutar de una experiencia en un marco francamente especial, propio y en buen estado, que nos permite viajar en el tiempo varios siglos atrás.

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