Desde la caída del Muro -contra todo pronóstico y sorpresa de gran parte de la comunidad internacional- a finales de 1989, la reunificación de la capital alemana ha avanzado a gran ritmo para ‘uniformizar’ la ciudad y recortar las distancias entre las partes oriental y occidental de Berlín.
Mucho se ha hecho en este tiempo pero también bastante aún queda por hacer. Los veranos son una época perfecta para constatarlo cuando esta urbe se llena de obras, que muchas veces no esquivan incluso vías principales y muy céntricas. Pero, ¿qué queda de aquel periodo, justo comenzado después del final de la Segunda Guerra Mundial y que se extendió durante más de 40 años?
- Muro de Berlín. East Side Gallery en uno de sus tramos más conocidos.
Obviamente mucho de lo que queda se concreta en un monumento elevado a la categoría de icono, como es el Muro de Berlín. Hoy, de hecho, alguno de sus tramos se ha convertido en un un reclamo turístico tratado con algo de banalidad como es el caso del «Checkpoint Charlie», con figurantes y tiendas de souvenirs aunque también con muchos paneles explicativos y espacios destinados a una aproximación más seria y detallada de lo que supuso la construcción del muro y su funcionamiento durante casi tres décadas. También, no muy lejos, destaca el mayor tramo conservado, conocido como «East Side Gallery», transformado en el mural artístico al aire libre más grande del mundo, en el que varias decenas de creadores dejaron -de momento hasta la actualidad- su particular visión sobre la Guera Fría, la división de Berlín y el comienzo de la reunificación.
- Recreación de un típico salón del Berlín Oriental de la época
En este mismo sentido y si se quiere saber algo más sobre cómo era la vida en el Berlín Oriental durante aquella época es interesante visitar el museo -pequeño y situado bastante cerca de la zona conocida como «Isla de los Museos»- dedicado a la RDA (‘socialista’) donde se recrean algunos aspectos de la vida cotidiana de sus ciudadanos. Vemos cómo eran sus salones, cocinas, baños, muebles diversos pero también automóviles, motos, periódicos, salas de proyeccion, moda… Descubrimos en una maqueta que eran aficionados al nudismo o que el sistema no hacía distinciones entre ingenieros o agricultores. También, que la mujer disfrutaba de mayor igualdad -con todos los matices que se quiera- que en otros sistemas.
- Maqueta sobre una de las aficiones del momento, las playas nudistas.
Y también hay espacio para la ideología, con los retratos de figuras reseñables de ese movimiento com Marx, Engels o Rosa Luxemburgo y otros más discutibles aunque también trascendentes para la historia reciente como Mao o Stalin. En este capítulo, más negativo, encontramos en este museo recreaciones de las salas de interrogatorio o celdas utilizadas por la Stasi, cuerpo policial temido durante todo aquel periodo y que desarrolló un control exhaustivo y asfixiante de la población. La aproximación, en cualquier caso, tanto a estos aspectos más lúgubres como a los más cotidianos, es más o menos ligera y pensada para toda la familia.
- Reproducción de las temidas salas de interrogatorio de la Stasi de la RDA.
Es recomendable echarle un vistazo para familiarizarse con cosas sencillas que, más allá de la gran historia de aquellos años y décadas, representaba y construía las aventuras particulares de aquellos ciudadanos, muchos anhelantes de mayores aperturas y libertades, como finalmente -aunque con mucho suspense y tragedias mediante- sucedió.
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