En Barcelona, este año un belén de ‘toda la vida’ inspirado en la antigua Barcino

Los últimos años el belén oficial, el de Barcelona que se instala habitualmente en la Plaza Sant Jaume, ha sido polémico por sus particulares, curiosas y hay quien las consideraría «provocadoras» interpretaciones del nacimiento de Jesús, alejadas de las más tradicionales, familiares, y que también han generado controversia por sus cuantiosas inversiones, en muchas ocasiones sobre los 100.000 euros. Este año, por cierto, la versión institucional ya no se ubica en la Plaza sino que se reparte mediante una instalación lumínica por las calles adyacentes y que ha tenido algún que otro problema derivado del mal tiempo, lluvia y rachas de viento.

En cualquier caso, para aquellos más partidarios de lo tradicional, muy cerca, en el patio central del Museu Marès de Barcelona, a escasos pasos del centro de la ciudad y de donde se ubican los edificios del Ayuntamiento y el Palau de la Generalitat, se encuentra un belén obra de la Asocación de Pesebristas de la capital catalana y que este año conjuga la escena del nacimiento con los restos conservados del pasado romano de la antigua Barcino. Además, según señalan, es «homenaje al primer campeón olímpico de la ciudad, Lucio Municio Natal Quadronio». También se apunta que hay varios guiños «a la urbe actual«, con la silueta recortada de edificios icónicos del presente visibles en la parte del fondo.

Lo cierto, hay que decirlo, es que es una gran representación de aquella escena cargada de sentido o recuerdos para muchas personas y que no se olvida de una figura de tanto recorrido en Catalunya como es «el caganer» -aparece discretamente aunque visible en uno de los rincones, detrás de unos matorrales-. El belén se inauguró el pasado 27 de diciembre y se podrá visitar hasta el próximo 2 de febrero. Entre semana, de martes a sábado de 10 a 19h, y los domingos y festivos de 11 a 20 h. Los días 25 de diciembre y uno de enero, como el conjunto del museo, estará cerrado.

Asimismo, en el patio del Museo luce una pequeña instalación lumínica, obra de los estudiantes de la escuela de diseño Elisava, inspirada en el antiguo templo romano de Vesta, en cuyo interior quemaba un fuego custodiado por sacerdotisas y que nunca debía apagarse. Un atractivo ‘extra’ para un belén «de los de siempre», que seguramente responderá a las expectativas de muchos de los visitantes.