Morella y la historia de uno de los grandes castillos del Mediterráneo

Su orografía hace que lo primero y mas destacado que se ve al acercarse a esta polación, capital de la comarca de Els ports de Morella, en la provincia de Castellón, sea en lo alto, los restos de lo que durante buena parte de su historia fue un imponente castillo, considerado, según leemos, como «uno de los más relevantes del Mediterráneo». Una ubicación, según detallan, donde se encuentran restos de asentamientos que van muy atrás en el tiempo: hasta el tercer milenio antes de Cristo y también con restos de la Edad de Bronce, Hierro, presencia musulmana y hasta la Reconquista.

Un periodo, por lo tanto, enorme, con muchos siglos por en medio que, eso sí, vio como el castillo y la población a sus pies vivía su época de mayor esplendor durante el medievo cuando, lugar de paso entre el mar Mediterráneo y el Ebro y con una ubicación privilegiada entre Catalunya, Aragón y Valencia, contaba con mútiples gremios de herreros, tejedores o comerciantes que viajaban hacia Grecia, Italia o el norte de África. La retahila de figuras que pasaron por sus aposentos es considerable, con nombres muy destacados como Abderramán III, el Cid, el rey Jaume I, el monarca Fernando de Antequera o el Papa Luna.

Hoy, o por lo menos durante nuestra visita, podía gozarse de una exposición en una parte del castillo que permitía hacer un pormenorizado repaso a la historia de esta fortificación pero también al conjunto de esta población, cuyo número de habitantes está hoy sobre los 2.500, aunque en tiempos pasados ha vivido mejores momentos desde la perspectiva demográfica pero también peores, descendiendo por ejemplo a algo más de 1.000 tras la Guerra de Sucesión. Durante aquel largo y complejo episodio bélico entre partidarios austracistas y borbónicos, Morella se puso del lado de los segundos, que acabarían por imponerse derogando mediante el Decreto de Nueva Planta el reino de Valencia y haciendo que Morella quedara sujeta a las leyes de Castilla.

Desde 2013 Morella cuenta con la denominación como uno de los «Pueblos más bonitos de España» otorgada por dicha asociación y que pone de manifiesto el rico patrimonio, resultado de las buenas labores de conservación desarrolladas por el municipio. Lo cierto es que el pueblo es francamente bonito y se nota que tiene un gran tirón entre los visitantes. El turismo, sin duda, se ha convertido en uno de los sectores económicos más dinámicos, no solo por su impresionante forticifiación -a la que se puede subir hasta el patio de armas, con unas grandes vistas sobre toda la zona y el pueblo-, sino por muchos otros espacios dentro de su casco histórico.

Entre ellos cabe señalar, por ejemplo, la Basílica arciprestal Santa María la Mayor, de estilo gótico y que destaca por sus dos puertas de acceso, llamativas desde el punto de vista arquitectónico y escultórico, y que responden a los nombres de «Puerta de los Apóstoles» y «Puerta de las Vírgenes». Se trata, sin duda, de un edificio singular, de cuyo interior pueden rescatarse muchos elementos pero, sobre todo, su órgano de más de 3.000 tubos, de 1719 y que puede escucharse de forma muy señalada durante la celebración del Festival Internacional de Música de Órgano. También interesante y no muy lejos, vale la pena echarle un vistazo al que será futuro Parador Nacional de Morella y que se instalará en el Convento de San Francisco, junto con varios edificios históricos aydacentes. Data del siglo XIV y es también de estilo gótico.

Morella es un pequeño pueblo enormemente ligado a su castillo, de historia y viviencias apasionantes, de gran potencial y muy recomendable para una visita pausada de una jornada. O, con algo más de ritmo, para incluir en un itinerario por toda esta parte de Castellón, cercana georgáfica y culturalmente a Aragón y Catalunya.

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