Playa y práctica de fotografía submarina

Cerca de Barcelona, a 20 minutos con los trenes de Cercanías, viajamos hasta la playa del Masnou. Próximos a la gran capital pero a la vez suficientemente lejos para que el agua luzca bastante más limpia e incluso, siendo algo generosos, transparente. Buen lugar para experimentar con nuestra última adquisición: una pequeña compacta subacuática recomendada en varios portales especializados en fotografía (submarina también, más o menos) como un primer bautizo en este tipo de disciplina que, como descubrimos, no es para nada sencilla (tampoco lo esperábamos). Lo cierto es que la cámara se comporta (o así nos lo parece) mejor fuera que dentro del agua.

En realidad más que una cámara submarina es lo que se llama «cámara de acción», ideal para llevarla a la montaña, nieve, playa… Nos gusta la opción de las fotos 360 grados y también que sea resistente y estanca. Vaya, que dentro de sus posibilidades y conscientes que tenemos entre las manos una cámara moderadamente simple, cumple con su cometido y ofrece posibilidades que no encontramos en dispositivos más avanzados y profesionales. En pocas palabras, un buen complemento para probar y aportar cosas distintas a nuestros trabajos, que incorporamos a nuestro pequeño equipo.